Los líctidos son pequeños
coleópteros de color marrón rojizo oscuro de 3 a 5 mm. Tienen la cabeza, el pronoto
(placa dorsal del primer segmento del tórax) y los élitros (primer par de alas endurecidas)
de la misma anchura, dándoles el aspecto de insectos con el cuerpo muy
alargado, estrecho y aplanado dorso-ventralmente.
Los líctidos se pueden confundir
con otras carcoma de la madera de la familia Anobidae (ver entrada sobre Anobium punctatum), pudiéndose distinguir de
ellos, porque los líctidos tienen el cuerpo plano y el su cabeza es visible
cuando se mira el insecto desde arriba, mientras los anóbidos tienen un pronoto
convexo que esconde, en visión dorsal, la cabeza abajo. Otra diferencia es que
los líctidos presentan unas antenas con los dos últimos segmentos ensanchados
en forma de maza, mientras los anóbidos son los tres últimos segmentos de las
antenas que están alargados y ligeramente ensanchados. El tipo de heces también
puede ayudar a diferenciar esta especie de carcoma de las demás.
Las larvas de los líctidos, que
se encuentran en el interior de la madera, también se pueden confundir con las larvas
de los anóbidos. Las larvas de Lyctus brunneus, tienen un tamaño máximo de 8 mm
de longitud (superior a la de los anóbidos), y las características principales
que las diferencian son: tienen menos pilosidad que los anóbidos, las patas son
más largas, y en el penúltimo segmento del abdomen tienen un gran orificio
respiratorio (estigma respiratorio -indicado con una flecha-).
Detección :
Para la detección del ataque de
este insecto es necesario observar los agujeros circulares de 1 a 3 mm de
diámetro que dejan los adultos cuando salen del interior de la madera. Otra
indicación de la presencia de estos insectos es la existencia de excrementos
bajo los agujeros de salida de los adultos o sobre la madera atacada. Estos
excrementos son como un fino polvo (como polvos de talco), a diferencia de las
otras carcoma de la madera, que son más granulados (como pequeñas bolas).
Los daños que ocasionan estas
carcomas se pueden diferenciar de los ocasionados por los anóbidos ya que las
larvas de los líctidos hacen unas galerías en el interior de la madera muy
interconectadas, así bajo la capa superficial de madera intacta se puede
encontrar una madera totalmente destruida.
No ataca la madera blanda de
coníferas, sólo ataca la albura de maderas duras de frondosas de la cual la hembra
puede introducir su ovipositor y colocar los huevos en su interior) y con un como
roble, nogal y fresno, pero puede atacar otras maderas duras nativas y
tropicales, así por ejemplo puede atacar el bambú. Este insecto generalmente no
atacará a maderas que tengan más de 10 años.
Dado que las hembras de los
líctidos ponen los huevos únicamente en los vasos abiertos de la madera, las
maderas barnizadas, pulidas, pintadas o enceradas no pueden ser atacadas por
este insecto. No obstante si la madera ha sido atacada antes de la aplicación
del barniz o la pintura, el adulto puede salir de la madera atravesando esta
capa exterior, y luego las próximas infestaciones se pueden producir a través
de estos agujeros. La reinfestación de la madera es común y puede continuar
hasta que la fuente de alimento se acabe.
El ataque se inicia con las
hembras que introducen los huevos, solos o en pequeños grupos, en el interior los
vasos conductores de savia de la madera dura de frondosas. Después de una o dos
semanas, los huevos eclosionan las pequeñas larvas que perforan la madera a
través de la albura. Generalmente realizan las galerías paralelas a la fibra de
la madera. La larva va creciendo y las galerías se haciendo más grandes
quedando llenas de los polvorientos excrementos compactados en su interior.
Los líctidos no pueden digerir la
celulosa, se alimentan principalmente del almidón presente en las células de la
madera, pero también de azúcares y una pequeña cantidad de proteínas. En climas
cálidos o en el interior de edificios con calefacción y con una madera con un
valor nutritivo óptimo, el período larvario puede ser sólo de 3 o 4 meses, a
pesar del periodo normal de desarrollo de las larvas es de 9 a 12 meses. Al
final de este período, cuando la larva llega a su máxima medida (4 mm de
longitud) se transforma en pupa en cámaras situadas inmediatamente por debajo
de la superficie de la madera. Después de tres o cuatro semanas del período
pupal, sale el adulto realizando orificios circulares de 1-3 mm de diámetro.
Esta salida se realiza en los meses de marzo, abril y en los meses de octubre,
noviembre. Las hembras pueden llegar a vivir hasta 6 semanas y los machos entre
2 y 3 semanas.
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